PRO INMOBILIA

Provengo de una familia cuyos padres hicieron sus máximos esfuerzos para que sus hijos pudieran contar con herramientas a las que ellos no tuvieron acceso, a pesar de esa ausencia de lo que entenderíamos como educación formal, siempre reconoceré en ellos, que desde el punto de vista financiero, supieron transmitir y manejarse bastante bien, lo que me resultaría crucial, pues en esa primera aproximación al dinero, el paso del tiempo me permitió comprender a través de esa constatación directa, aquella premisa de que con las finanzas «prevalece el comportamiento sobre el conocimiento».

Volviendo a mi hogar, las tres reglas en esta materia eran;
1.- Logros y sacrificio van de la mano,
2.- No gastes más de lo que ganas y
3.- Fija objetivos, mantente vivo.

No hay duda que este comportamiento tiene mucho que ver con la tranquilidad de la que hoy gozan mis padres, a simple vista, parece trivial seguir estas normas, pero la realidad nos demuestra que no lo es tanto y es alli donde nos encontramos seguramente frente al mayor desafío.

Déjame contarte que no exento de errores en el camino, esta conducta también paso a conformar la estructura base de mis acciones (y lo espero también para mi entorno), las que sin temor a equivocarme en un ámbito de adecuada formación, disciplina y autoconocimiento, se transforman en el vehículo de un éxito inevitable.